viernes, 2 de enero de 2009

Fin de año

Lo sé, cada vez tengo más abandonado el blog... Pero es que cada día que pasa mi agenda está más llena y me cuesta encontrar el momento para sentarme delante del ordenador y escribir. Esta entrada empecé a escribirla hace aproximadamente un mes. A ver si consigo terminarla hoy :-)

Antes que nada, lo mejor será situarnos al igual que en una película. Cerrad los ojos y visualizad la Navidad: el frío, la gente por la calle comprando regalos, los gorros ridículos, la sensación de estar de vacaciones, el día de Nochebuena, la comida de Navidad.... y el fin de año. Detengámonos ahí, en el día 31 de Diciembre...

No me extraña que cuando viene la gente del norte de Europa a España se queden encantados y no quieran irse. Y es que la celebración de fin de año en Finlandia está muy lejos de parecerse a la típica imagen de Sidney o Nueva York, con todo el mundo en la calle esperando a que caiga la bola. Más bien diría que se parece a una imitación chunga de las fallas en un pueblo sin presupuesto de la Comunidad Valenciana (haciendo frontera ya con Castilla la Mancha).

No me quejaré diciendo que el 31 es día laborable por aquí, porque seguramente que hubiese trabajado también en España (aunque seguro que menos). Pero para ser sinceros, el día no invitaba a celebraciones. Temperatura de aproximadamente -5ºC, pero con un viento con rachas de 80Km/h, por lo que la sensación térmica podía ser de -12ºC. Y aquí cuando sopla... sopla. Ese día cayeron árboles, se arrancaron tejados, incluso de vuelta del trabajo me tuve que bajar de la bici porque era incapaz de avanzar dando pedales. Con lo que yo soy y las piernas que tengo!!!!

No diré que en todos las familias de Finlandia la celabración sea como la que viví yo, pero por lo que ya conozco me da la impresión que no diferirá mucho. Y es que aquí la cena de fin de año no es una celebración familiar, de hecho por no ser no es ni cena! Se podría decir que la secuencia de acontecimientos en la siguiente:

  • 16:30 – El anfitión prepara una merienda-cena un tanto especial a los amigos que ha invitado a su casa. Si aparece la familia, cosa rara, lo harán ya cenados para tomar simplemente un café y desaparecer rápido.
  • 18:00 – Recepción de amigos, que siguiendo la tradición traerán alcohol para compartir, preferiblemente vino (sudafricano o australiano que queda muy chic)
  • 18:30 – Apertura del vino.
  • 18:45 – Cena.... con uvas. Como se puede comprender, si tuviesen que esperar a las campanadas para comerse las uvas habrían hecho la digestión siete veces. Así que optan por comer uvas de postre en vez de utilizarlas para seguir nuestra tradición.
  • 19:15 – Corte de luz. Supongo que esto no es algo normal en todas las celebraciones navideñas, pero queda muy bien eso de estar obligado a cenar con luz de velas durante una hora.
  • 19:30 – Degustación de vino con velas.
  • 20:30 – Tradición de fin de año finlandesa: Una especie de herraduras de estaño se calientan en el fuego hasta que se funden. Posteriormente se arroja ese estaño líquido en agua fría solidificando rápidamente. La sombra que proyecta ese “gurruñito” de estaño contra la pared te dice qué te deparará el año que entra.
  • 20:45 – Desgustación de vino entre tradiciones.
  • 21:00 – Tradición de fin de año finlandesa II: Lanzamiento de cohetes. Cuando decía que esta celebración se parece a una imitación chunga de las fallas no mentía. Y es que otra de las tradiciones de por aquí es salir después de cenar a lanzar cohetes. Os podeis imaginar lo placentero del plan: todo nevado y oscuro, cinco bajo cero, un viento de la leche, atrincherados detrás del coche intentando adivinar hacia donde va a decidir el viento dirigir el cohete. Resumen... un desastre.
  • 21:30 – Desgustación del vino en la chimenea.
  • 22:00 – Niños a la cama. Este paso supongo que sólo se da en los casos en los que existan niños en el entorno cercano. En mi caso había cuatro y dos de ellos de la pareja que me iba a llevar de vuelta a casa. Así que también se podría haber denominado este paso como “22:00 – Enrique a la cama”.

El resto supongo que podría haber sido muy distinto, pero mi entrada de año fue sin uvas y tirado en el sofá viendo una pelicula.... Feliz 2009!